Mantener limpias las correas de la trona de tu pequeño es crucial para la salud y la higiene. Las correas de las tronas pueden albergar gérmenes, bacterias, moho y virus si no se limpian con regularidad.
Las partículas de comida y los restos pegajosos que quedan en las correas son el caldo de cultivo perfecto para microbios nocivos. Una trona sucia puede transmitir enfermedades e infecciones a tu hijo. Frotar las correas ayuda a eliminar la comida, la suciedad y la mugre para mantener seguro a tu bebé.
Unas correas relucientes y limpias también resultan más estéticas. ¿Quién quiere colocar a su hijo en una trona con correas manchadas y llenas de costras? Una limpieza adecuada deja las correas frescas e higienizadas. La limpieza regular también ayuda a prolongar la vida útil de las correas. Si las manchas y la acumulación se dejan demasiado tiempo, pueden degradar el material.
Adelántate a la suciedad lavando con frecuencia las correas para evitar daños permanentes. Haz que la limpieza de las correas de la trona forme parte de tu rutina habitual para promover una buena higiene y salud.
Con qué frecuencia debe limpiar las correas
Para una higiene óptima, las correas de la trona del niño deben limpiarse al menos una vez a la semana. Sin embargo, si tu pequeño es un comedor desordenado o utilizas la trona varias veces al día, puede que necesites limpiar las correas cada 2-3 días.
Los bebés y los niños pequeños suelen ensuciar la trona mientras comen, dejando restos de comida, goteos y migas por todas partes, incluidas las correas. Cuanto más se usa la trona, más rápido se acumula la suciedad. Limpia inmediatamente cualquier mancha nueva para evitar que se fije.
Acostúmbrate a limpiar las correas después de cada uso. Sólo te llevará un minuto y evitarás que se acumulen a largo plazo. Establece un recordatorio para lavar las correas en un horario fijo, ya sea a diario, cada dos días o semanalmente.
Programe la limpieza cuando mejor se adapte a su rutina, por ejemplo, cuando el bebé se acueste a dormir la siesta. Fijar un día para la limpieza de la trona te ayudará a no olvidarte de esta importante tarea.
Limpieza de correas desmontables Correas no desmontables
Muchas marcas de tronas de bebé como Graco, Inglesina y Stokke tienen correas que se desenganchan fácilmente para lavarlas. Esto te permite fregar enérgicamente todas las zonas y lavar a máquina si el material lo permite. En el caso de las correas no extraíbles, limpia las manchas a medida que se produzcan. Aproximadamente una vez a la semana, limpie toda la zona de las correas con un paño húmedo, detergente suave y un cepillo de fregar para eliminar la suciedad de las grietas. Utilice un cepillo de dientes para frotar en los rincones y grietas.
Las correas desmontables facilitan enormemente la limpieza, ya que permiten sumergir completamente las correas, penetrar en las capas de suciedad e higienizar cada centímetro de material. Con las correas no extraíbles, la limpieza se limita a la superficie. Pero con un poco más de esfuerzo, constancia y las herramientas de limpieza adecuadas, las correas no desmontables también se pueden desinfectar a fondo.
Instrucciones paso a paso para lavar las correas a mano
Si las correas de la trona de tu hijo son desmontables, lavarlas a mano es muy sencillo. En primer lugar, desenganche las correas de la silla y compruebe si hay manchas. Llena un fregadero o un cubo con agua tibia y añade una pequeña cantidad de detergente suave.
Deja las correas en remojo durante 15 minutos para desprender la suciedad adherida. Utiliza un cepillo de cerdas suaves para frotar suavemente las correas, prestando especial atención a las zonas manchadas de comida. Métete en los pliegues y debajo de las hebillas. Aclara con agua corriente para eliminar toda la espuma. Para una limpieza más eficaz, repite el proceso de fregado con agua jabonosa nueva. Este segundo lavado te ayudará a eliminar toda la suciedad adherida.
Asegúrate de entrar en las grietas y debajo de las hebillas. Para desinfectar, sumerge las correas durante 10 minutos en una solución diluida de lejía. Acláralas bien. Cuelgue las correas para que se sequen completamente al aire antes de volver a colocarlas en la trona. Un lavado a mano adecuado elimina la suciedad que las máquinas pueden pasar por alto.
Manchas difíciles y suciedad horneada
Con el tiempo, las correas de la trona del bebé pueden desarrollar manchas difíciles de alimentos como plátanos, yogur y salsa de pasta. Para las manchas difíciles, prueba a frotar la mancha con una pasta de bicarbonato sódico y agua. Deja que repose entre 5 y 10 minutos antes de frotar y aclarar. La textura abrasiva del bicarbonato desprende la suciedad adherida.
Para la suciedad incrustada, sumerge los tirantes en agua caliente con lejía disuelta durante una hora. Los remojos con vinagre o zumo de limón también ayudan a eliminar la suciedad persistente. Si las manchas persisten tras la limpieza, prueba a tratarlas con lejía diluida, agua oxigenada o jabón de fregar antes de lavar. Las manchas difíciles pueden requerir varios tratamientos, pero no te rindas. Con un esfuerzo constante, las técnicas adecuadas y un poco de esfuerzo, puedes conseguir que las correas vuelvan a estar como nuevas.
Correas desinfectantes para eliminar gérmenes y bacterias
La limpieza habitual elimina la mayoría de los gérmenes, pero la desinfección da a las correas un impulso adicional de desinfección. Después de lavar las correas, sumérgelas durante 5-10 minutos en una solución desinfectante de 1 cucharada de lejía por cada litro de agua. Los CDC recomiendan esta proporción para la desinfección. El vinagre es una opción antibacteriana natural.
Sumerge los tirantes en agua y vinagre blanco a partes iguales durante 10 minutos. El ácido acético del vinagre mata 99% de bacterias. A continuación, aclara bien las correas con agua limpia para evitar que huelan a vinagre. Esto mata cualquier bacteria persistente como E. coli, salmonella y estafilococo que pueda quedar en las correas después del lavado. Deja secar las correas al aire completamente antes de volver a colocarlas en la trona del niño.
Correas limpiadoras con ingredientes naturales
Para limpiar las correas de la trona de forma ecológica, utiliza ingredientes antibacterianos naturales como el vinagre, el zumo de limón y el aceite de árbol de té. El vinagre o el limón ayudan a disolver los restos pegajosos y actúan como desinfectantes. El aceite de árbol de té posee potentes compuestos antimicrobianos que eliminan los gérmenes y refrescan las correas.
Añade unas gotas al agua o dilúyelo en vinagre para combatir mejor los gérmenes. El bicarbonato de sodio, un abrasivo suave, levanta la suciedad cuando se hace una pasta. Para eliminar las manchas de forma natural, espolvorea bicarbonato sobre los tirantes y frota un limón partido por la mitad sobre la zona antes de frotar. Con algunos productos básicos de cocina, puedes limpiar los tirantes sin productos químicos.
Guardar las correas entre usos para evitar que se ensucien
Un almacenamiento adecuado mantiene las correas limpias durante más tiempo entre lavados. Cuando no los utilices, no los tires al suelo, ya que pueden acumular suciedad. Pliega los tirantes sin apretarlos y guárdalos en una cesta, un carrito o una papelera, con el lado que está en contacto con el bebé hacia arriba para evitar que se ensucien.
También puedes meter las correas dentro de una funda de almohada o una bolsa de malla para la ropa. Guárdalas lejos de las zonas donde se cambian los pañales o de los cuartos de baño para limitar la exposición a gérmenes. Si es posible, cuelga los tirantes de un gancho. Esto permite la circulación del aire y evita la compresión, que puede atrapar la suciedad. Un almacenamiento adecuado evita que se acumule el polvo y la suciedad, lo que evita tener que limpiar los tirantes con tanta frecuencia.
Cómo evitar la suciedad y las manchas al utilizar correas
¿Cuál es la mejor manera de mantener los tirantes impecables? Evita que se ensucien antes de que empiecen. Utiliza siempre un babero para proteger la ropa del bebé y los tirantes durante las tomas. Coloca una alfombrilla absorbente o una toalla debajo de la trona para recoger los restos de comida que caigan. Después de las comidas, limpia rápidamente los tirantes y la bandeja con un paño húmedo.
Si detectas una mancha nueva, límpiala inmediatamente para evitar que se fije. Para no ensuciar, dales a los bebés y a los niños pequeños sólo alimentos que puedan comer. Ser proactivo con las manchas significa que pasarás menos tiempo fregando. Más vale prevenir que curar cuando se trata del mantenimiento de las correas de las tronas.
¿Cuál es la forma más fácil de limpiar las correas sin quitarlas?
En el caso de las correas no extraíbles, el método de limpieza más sencillo es tratar las manchas nuevas en cuanto aparecen. Humedece un paño con agua tibia y jabón y frota suavemente la zona manchada hasta que se elimine.
También puedes aplicar una pasta de bicarbonato sódico y agua para ayudar a eliminar la mancha. Déjala actuar durante 5 minutos antes de limpiarla. Una vez a la semana, limpia toda la superficie de la correa con un paño jabonoso. Utiliza un cepillo de dientes de cerdas suaves humedecido en agua jabonosa para frotar los recovecos de las hebillas.
Al entrar en las grietas, se evita la acumulación de suciedad. El vinagre o el zumo de limón también ayudan a aflojar la suciedad seca: pulveriza y deja actuar antes de pasar el paño. Las correas no desmontables pueden limpiarse sin tener que desmontarlas, si se realiza un tratamiento localizado cuando las manchas son recientes.
¿Cuál es la mejor manera de secar las correas de la trona después de limpiarla?
El mejor método de secado es dejar que las correas se sequen completamente al aire. Cuelgue las correas sobre un toallero, un tendedero o una barra de ducha para que circule el aire por todos los lados. Si se dejan secar en horizontal, la humedad puede quedar atrapada en la superficie y provocar la aparición de moho.
La luz solar directa ayuda a secar completamente las correas, mata los gérmenes y blanquea las manchas; sólo hay que evitar los rayos UV fuertes que podrían degradar el material. Coloque un ventilador cerca para acelerar el tiempo de secado. Secar a máquina las correas desmontables puede dañar el material y terminar el trabajo demasiado rápido.
Independientemente de cómo los laves, deja siempre que los tirantes se sequen 100% antes de volver a colocarlos para asegurarte de que la piel de tu bebé no entre en contacto con los tirantes húmedos. El secado es tan importante como el lavado cuando se trata de la limpieza.
Qué hacer y qué no hacer al lavar las correas de la trona
A la hora de limpiar las correas de las tronas, saber qué hacer -y qué evitar- marca la diferencia en los resultados. Sigue estas recomendaciones para lavar las correas en la lavadora.
Qué hacer y qué no hacer para limpiar las correas de la trona | Instrucciones |
Qué hacer | |
1 | Inspeccione las correas y trate previamente cualquier mancha. |
2 | Las manchas resistentes, como las de salsa de espagueti, pueden necesitar más atención para eliminarse. |
3 | Utilice un detergente suave y opte por un ciclo de lavado delicado o a mano. |
4 | Los detergentes agresivos y el calor elevado pueden degradar las correas. |
5 | Lavar los tirantes por separado con mucho espacio para la circulación. |
6 | Si es posible, coloca las correas en una bolsa de malla. Así evitarás que se enreden y se dañen con otros objetos. |
7 | Considera la posibilidad de lavar productos para bebés, como biberones y juguetes, en la misma carga. Lava con frecuencia (cada 1-2 semanas) para evitar que se acumulen alimentos difíciles de eliminar. |
8 | Seca las correas al aire en su lugar. |
9 | Retira el cojín del asiento de las tronas IKEA y lávalo por separado del armazón y las correas. |
10 | Utilice agua fría para las correas de nailon; el agua caliente puede deformar el material. Utiliza lejía solo con nailon blanco. |
11 | Aclarar dos veces para eliminar todos los restos de detergente que puedan irritar la piel del bebé. |
12 | Deje que las correas se sequen al aire completamente antes de volver a fijarlas a la silla. |
13 | Volver a poner los tirantes húmedos favorece la aparición de moho. |
No hacer | |
1 | No sobrecargues la máquina. |
2 | No seque los tirantes a máquina ni utilice suavizante, ya que puede afectar al material. |
3 | No metas a la fuerza los tirantes en la lavadora si no caben. Lávalos a mano. |
4 | No mojes la estructura ni los herrajes de las tronas IKEA. Límpialos con un paño húmedo. |
5 | No blanquee el nailon de color. |
6 | No se asuste si quedan algunas manchas débiles. Con el tiempo, todas las correas acumulan algunas heridas de batalla. Siempre que las laves con regularidad, incluso las manchas incrustadas no son más que una decoloración superficial, no un problema de higiene. |
7 | No secar a la luz directa del sol, que puede degradar el material. |
Conclusión
Aunque limpiar las correas de la trona pueda parecer tedioso, una higiene adecuada requiere un esfuerzo. Si lavas las correas con regularidad, eliminas las manchas y desinfectas, mantendrás a raya los gérmenes nocivos y a tu bebé a salvo. La aplicación de medidas preventivas como baberos y toallitas para la bandeja también ahorra tiempo de limpieza. Tanto si se trata de correas no extraíbles como de correas desmontables, tome las medidas necesarias para mantener su trona libre de suciedad y mugre. Unas correas relucientemente limpias preparan el terreno para una comida sana y feliz.