Introducción
Es un hito muy emocionante poder dar de comer a tu bebé en la mesa por primera vez. Es todo un placer observar cómo tu hijo descubre nuevos sabores, se ríe mientras prueba nuevos alimentos y se comunica con los miembros de la familia durante la comida. Pero la pregunta que se hacen muchos padres es: ¿a qué edad puede sentarse un bebé en una trona? Este momento no sólo tiene que ver con la alimentación del bebé con algún nuevo tipo de alimento sólido, sino también con los hitos del desarrollo del bebé y las cuestiones de seguridad. En este blog, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre cómo empezar a sentar a tu bebé en una trona de forma segura.
Ventajas de utilizar una trona
Tu bebé disfruta de numerosas ventajas al sentarse en una trona que favorece su crecimiento y protección durante las comidas. He aquí algunas de las principales ventajas:
- Fomenta la interacción social y las comidas familiares
Con una trona, tu bebé puede disfrutar de las comidas con todos los comensales. Esto le permite participar plenamente en las comidas familiares y potencia sus habilidades sociales a una edad temprana. Al estar sentado a la mesa con todos los demás, tu bebé puede ver cómo cenan y utilizan los cubiertos los adultos y los hermanos. Observando las conversaciones y adoptando el comportamiento durante las comidas, tu bebé puede favorecer el desarrollo de su lenguaje.
- Favorece una buena postura y el desarrollo físico
Para favorecer su crecimiento sentado y garantizar su seguridad, una trona proporciona el entorno adecuado para que los bebés desarrollen una posición sentada saludable. Con un arnés de seguridad de 5 puntos y asientos ajustables, su hijo disfrutará de una posición sentada segura y erguida. Al hacerlo, mejoran su capacidad para controlar la cabeza y el cuello, habilidades esenciales para el crecimiento de un bebé. Estar en posición erguida mejora la digestión del bebé cuando empieza a comer alimentos sólidos.
- Proporciona un espacio seguro y cómodo para la hora de comer
Su hijo puede probar nuevas comidas de forma segura en una trona que reduce la posibilidad de caídas o deslizamientos como ocurre con una silla típica. Características como un mecanismo de bloqueo, correas de seguridad y una bandeja extraíble mantienen seguro a tu bebé y te facilitan la limpieza de cualquier desorden después de las comidas. La forma y la construcción de las tronas ayudan a evitar el riesgo de asfixia. Garantizan que el bebé se mantenga erguido y apoyado mientras come.
- Fomenta la independencia y las habilidades alimentarias
Con una trona, tu bebé puede explorar la autoalimentación en su espacio personal a medida que avanza. La presencia de una bandeja le ayuda a recoger pequeños trozos de comida y favorece su coordinación óculo-manual y su desarrollo motor fino. Con una mayor independencia en las actividades de alimentación, tu bebé puede experimentar alegría a la hora de comer mientras se implica en su papel de forma más activa.
¿Cuándo puede un bebé empezar a usar una trona?
¿Cuándo debe utilizar el bebé una trona? Normalmente, los bebés están preparados para la trona entre los 4 y los 6 meses, aunque cada niño sigue su propio ritmo. Asegúrate de juzgar la preparación a través de los marcadores de desarrollo y no sólo por la edad. Los principales signos de preparación le ayudarán a determinar si su bebé puede utilizar una trona.
Indicadores clave de preparación:
Fuerte control de la cabeza y el cuello
Una señal importante de que tu bebé puede manejar una trona es la estabilidad de su cabeza y cuello. Para sentarse cómodamente erguido, el bebé debe controlar bien la cabeza. Este nivel de control suele desarrollarse entre los cuatro y los seis meses. Para tener más estabilidad en la trona, necesitan ayuda adicional, pero ya deben tener ese control fundamental.
Capacidad para sentarse con un apoyo mínimo
Sentarse con cierta autonomía es otro signo de que tu bebé puede estar preparado. Aunque no apoye totalmente el hecho de sentarse solo, puede mantener una posición sentada con poca ayuda durante varios minutos. Esto demuestra que sus músculos están preparados para soportar su posición en una trona.
Alcanzar y agarrar objetos
Cuando tu bebé agarra juguetes o comida, puede significar que está preparado para la trona. Cuando tu bebé alcanza y agarra objetos, significa que avanza en su desarrollo motor fino, vital para alimentarse por sí mismo y participar en las comidas.
Mostrar interés por las comidas familiares
Los niños pequeños expresan con frecuencia su deseo de participar en las comidas familiares mirando lo que hay en el plato o intentando alcanzar su comida. Si a tu hijo le intriga la mesa del comedor, puede que haya llegado el momento de dejar que experimente las comidas en su trona.
Es probable que tu bebé esté preparado para comer en una trona si muestra estos signos. Los niños varían mucho, así que si no estás segura, ponte en contacto con tu pediatra para que te dé indicaciones.
Normas de seguridad para tronas
Proteger a tu bebé en una trona es vital. Aquí tienes algunos consejos de seguridad que debes tener en cuenta para que la hora de comer sea segura y cómoda para tu pequeño:
- Utilice correas o arnés de seguridad: Para sujetar bien al bebé en la silla, utiliza el arnés de seguridad de 5 puntos o las correas de seguridad. Esto evita que se resbale o se levante, lo que disminuye la posibilidad de caídas. Asegúrate de que el arnés esté lo suficientemente apretado, pero que no restrinja demasiado al bebé. Abróchalo cada vez que coloques a tu hijo en el asiento, aunque sea por poco tiempo.
- Garantizar la estabilidad y cumplir las normas de seguridad: El cumplimiento de las normas establecidas por la Asociación de Fabricantes de Productos Juveniles (JPMA) o la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC) le ayudará a asegurarse de que su trona es segura. Compruebe si lleva la etiqueta de la JPMA, ya que indica que la silla ha cumplido criterios estrictos en cuanto a durabilidad y funcionamiento del mecanismo de bloqueo. Asegúrate de revisar las normas de la CPSC, que se centran en la durabilidad del armazón y en evitar puntas afiladas o inestabilidad. Tu bebé no debe hacer temblar la trona mientras está activo durante las comidas.
- Coloca la trona correctamente: Coloca la trona siempre sobre una superficie lisa y uniforme. Evita colocarla cerca de paredes o mesas para evitar que tu hijo se incline y se caiga. Comprueba dos veces si hay manteles o cordones sueltos que tu bebé pueda agarrar y considéralos riesgos de asfixia.
- Supervisar en todo momento: Asegúrate de no alejarte nunca de tu bebé en una trona. Incluso cuando los bebés están fijos en su sitio pueden contonearse o arrojar la comida creando problemas sorprendentes. Estar cerca te ayuda a actuar con rapidez si buscan apoyo o si la comida se convierte en una amenaza de atragantamiento.
- Inspeccione regularmente en busca de desgaste: Revise constantemente su trona en busca de desgaste y piezas rotas en los elementos de seguridad. Asegúrese de que la bandeja desmontable de la silla se bloquea firmemente y no tiene ningún desgaste que pueda poner en peligro la seguridad.
Adopta estas estrategias de seguridad y comprueba que tu trona cumple importantes criterios de seguridad para garantizar que la silla de tu bebé es un lugar fiable y encantador para explorar la comida e interactuar con los demás.
Cómo introducir al bebé en una trona
Introducir a tu bebé en una trona es un hito emocionante, pero requiere un poco de paciencia y estímulo. En primer lugar, conviene acostumbrar gradualmente al bebé a la trona antes de empezar a comer. Pon a tu pequeño en la silla durante un rato sin comer, para que pueda explorar y acostumbrarse a este nuevo espacio. Puedes hacerlo divertido cantándole o hablándole con cariño, sacando sus juguetes favoritos para hacer lo mismo. Esto ayudará a que tu bebé se sienta más cómodo con la trona y la vea como algo bueno y amigable mientras no le parece algo nuevo y temible.
Cuando el bebé se sienta más cómodo, es hora de introducir la comida. Las primeras sesiones de alimentación pueden ser breves y sencillas para facilitar su adaptación; los alimentos blandos, como los purés, o los alimentos suaves que se comen con los dedos lo harán más agradable, y es útil sentarse con ellos, manteniendo el contacto visual y participando positivamente. Esto les anima a permanecer en la silla y lo refuerza como parte normal de su rutina.
Por último, para que el cambio sea más suave, incluye a tu bebé en las comidas familiares durante la cena. Deja que vea a la familia comer y hablar, lo que añade vida y diversión a la mezcla. Si lo haces a lo largo del tiempo, esto permitirá que tu bebé se sienta más cómodo y confiado en su trona.
Qué buscar en una trona
Por seguridad, comodidad y conveniencia, elegir la trona adecuada para su bebé es importante. He aquí varios factores clave que debe tener en cuenta al hacer su selección:
- Características de seguridad: Siempre es importante dar prioridad a la seguridad. Comprueba si la trona que estás mirando viene con arnés de seguridad de 5 puntos o correas de seguridad. Así te aseguras de que tu bebé esté bien sujeto y no se resbale ni se levante. Además, inspecciona una base sólida y una sujeción fiable que se encargue de mantener el asiento fijo y evitar que se vaya de forma imprevista.
- Ajuste y comodidad: Tu bebé crecerá, así que una buena trona debe ser regulable. Así que fíjate en las opciones para cambiar la altura del asiento y el ángulo del respaldo para ajustarla a medida que tu hijo crece y mejora su control de la cabeza y el cuello. Además, es importante que veas lo cómoda que es, por lo tanto, decántate por sillas que tengan los asientos acolchados y los reposapiés ajustables para asegurarte de que tu bebé tiene una buena postura durante las comidas.
- Facilidad de limpieza: Puesto que la hora de comer puede ser un poco sucia, es importante elegir una trona que sea fácil de limpiar. Lo ideal es que busques un modelo con una bandeja extraíble que puedas lavar fácilmente y materiales que se puedan limpiar con facilidad o incluso lavar a máquina. Una silla con pocas grietas o de tela también puede facilitar la limpieza y ahorrarte tiempo después de las comidas.
- Materiales y salud: Al elegir una trona, asegúrate de comprobar el material utilizado. Elige plástico sin BPA o madera no tóxica y libre de sustancias químicas nocivas, para que sea segura para tu bebé. No te sientes en sillas con bordes afilados o superficies pintadas que puedan contener plomo. Busca también tapicerías de tejidos transpirables y fáciles de limpiar, que ayudarán a tu bebé a sentirse cómodo y sano mientras come.
- Durabilidad y portabilidad: Piensa en el material de la trona. Debe ser lo bastante resistente y duradera como para aguantar el uso diario durante toda la vida de tu bebé. Si dispones de poco espacio, quizá te convenga buscar una opción plegable que permita guardarla con facilidad. Algunas tronas se convierten en asientos elevadores, lo que te ofrece versatilidad a medida que tu hijo pasa de la trona a un asiento normal en la mesa.
Si tienes en cuenta estos factores, podrás elegir una trona que sea segura, que favorezca la comodidad y que saque el máximo partido a los alimentos que ingiere tu bebé durante las comidas.
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